No, aunque lo parezca no es que ahora me haya dado por bucear dentro de las jaulas de las lubinas. Lo que vemos es uno de los bancos que deambulan por nuestras costas alterando nuestro ecosistema marino. Ayer decidí darme un baño en Taliarte y esto fue lo que me encontré. No es que el problema sea nuevo, pero impacta comprobar como va creciendo sin que se tomen medidas. Estos peces, procedentes de las jaulas de acuicultura, son carnívoros y su dieta se compone de peces y crustáceos. Expertos como el biólogo de la Unidad de Ciencias Marinas del departamento de Biología Animal de la Universidad de La Laguna Kilian Toledo, aseguraban ya hace tres años que la capacidad depredadora de esta especie introducida la convierte en un animal potencialmente peligroso para las poblaciones de peces propios del ecosistema insular. Quizás hasta el momento no haya motivo de alarma pero me pregunto qué pasará si comienzan a desplazar a las especies autóctonas, no sólo a las que tengan valor pesquero, sino a cualquiera ,ya que todas las especies por insignificantes que parezcan cumplen un papel importante en el equilibrio ecológico. Sin ánimos de inducir a nada: ¿a nadie le apetece lubina al horno para cenar?
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