domingo, 29 de septiembre de 2013

Luces y sombras en El Cabrón. Freediving.

 Cualquiera que disfrute del buceo en la isla de Gran Canaria, ya sea con escafandra autónoma o buceo libre, debería conocer los espectaculares fondos que esconden las aguas de El Cabrón. Muchos son los submarinistas que cada día acuden a la zona del Hoyo para iniciar un paseo por uno de los recorridos que ofrece este concurrido lugar. Cargados con los pesados equipos y, a menudo portando enormes cámaras fotográficas, algunos se dirigen por enésima vez hacia la cueva de los roncadores para nadar una vez más junto al gigantesco cardumen que habita alrededor de dicha zona, otros toman la dirección opuesta hacia la Punta de la Sal flanqueando el risco hacia el norte, también hay quien se adentra un poco más en las profundidades en busca de la gerardia y las gorgonias rojas y amarillas. Nosotros, los miembros de Diarios de Buceo en Canarias, llevamos años haciendo inmersiones con botella de aire, pero como amantes del buceo libre también nos encanta sentir la libertad de poder recorrer la zona simplemente con el equipo de apnea, por las ventajas que ello nos confiere. Para los apneístas que puedan bucear cómodamente entre los 15 y 20 metros de profundidad les resultará una experiencia fabulosa descubrir las cuevas, chimeneas, arcos y demás accidentes geográficos que abundan por todo el área. Particularmente, recomendamos iniciar el recorrido desde la Punta de la Monja, ya que se accede directamente a un canal poco profundo que conduce directamente a la zona de los arcos donde, además, se encuentran varias cuevas bastante sugerentes a diferentes profundidades, pero todas ellas a más de 15 metros. Si eres principiante en esto de la apnea elige un día de poco viento y corriente y empieza por la zona menos profunda, que oscila entre los 2 y 9 metros. Si llegas hasta allí y el tiempo está malo, siempre te queda la opción de dar un paseo por la playa, que se encuentra protegida de las corrientes. Con la práctica verás que poco a poco te atreverás a alcanzar mayor profundidad, aunque, sinceramente, no es necesario arriesgarse demasiado para gozar de un buen baño, ya que las zonas poco profundas, al recibir mayor cantidad de luz albergan mayor cantidad de vida. En nuestra última visita hemos tenido la desgracia de comprobar que aún existen personas irrespetuosas con el medio que se dedican a practicar la pesca submarina en El Cabrón, donde está absolutamente prohibido, a parte de no suponer ningún reto, ya que los peces están muy acostumbrados a la presencia de los buceadores. Espero que entre todos los que amamos la vida salvaje podamos pararles los pies a estos pescadores furtivos, ya que las "autoridades" parece que no hacen nada por evitarlo. A continuación pueden ver el pequeño vídeo que ha resultado de dos días de apneas en la zona descrita anteriormente. Al principio del vídeo se incluye una toma del lugar por el cual recomendamos iniciar el recorrido. Esperamos que les guste.¡Nos vemos en los mares!

                     

domingo, 22 de septiembre de 2013

Ambiente vespertino en Caleta Baja

 Cuando el día se va acabando se respira otro ambiente bajo el agua. Los colores se apagan, el frío se acentúa y cambian los actores que flotan por el escenario. Se dejan ver depredadores como el chucho negro o decenas de barracudas, que atraídas por un enorme banco de bogas, rodean a los buceadores con cierto aspecto amenazante. Hemos bajado a lo más profundo de la caleta, hemos metido las narices en cuevas y rendijas, oteado el horizonte y recorrido los amplios arenales con la mirada hacia la superficie y, aunque no hemos tenido la fortuna de compartir la experiencia con las grandes mantas, ha merecido la pena.
A continuación pueden ver el vídeo:

                   

martes, 10 de septiembre de 2013

Buceo libre en Caleta Baja

 Tomando la primera desviación después de La Furnia en dirección al faro de Sardina llegamos a Caleta Baja, un lugar realmente emblemático. Las casas al borde del risco, el viejo muelle pesquero y los botes varados en las rocas confieren a este lugar un auténtico ambiente marinero. Cada año por estas fechas suelen acercarse a la costa de Gáldar decenas de mantas diablo, motivo por el cual es frecuente la visita de algunos amantes del buceo. Colmados de ilusión y algo de nervios nos ponemos las aletas para adentrarnos en busca de estos inofensivos gigantes del mar. Después de un par de horas sin éxito en el agua  hemos tenido que rendirnos por hoy, conformándonos con haber disfrutado de la espectacular orografía y abundante fauna y flora del lugar, pero sin rastro de las mantas. A pesar de la pequeña decepción, Caleta Baja siempre nos deja una mueca de satisfacción en el rostro, como un brillo de complicidad en la mirada y una estúpida sonrisilla en la comisura de los labios difíciles de borrar. Bucear a pulmón por sus arenales a unos 18 metros de profundidad oteando el paisaje en busca de algún visitante inesperado, curiosear en las múltiples oquedades o sencillamente dejarte caer por sus imponentes barrancos le dejan a uno la sensación de haber viajado a un lugar alejado del planeta, a un enigmático paisaje de otra galaxia. Nosotros seguiremos insistiendo en nuestro empeño de nadar junto a las mantas diablo equipados con nuestra pequeña cámara para poder compartir la experiencia con todos ustedes. De momento no se pierdan el primer vídeo, realmente merece la pena. Mañana ya veremos qué nos trae la marea.

martes, 3 de septiembre de 2013

Baño en Las Playitas, Fuerteventura.

 La isla de Fuerteventura siempre ha tenido cierto magnetismo para los habitantes de otros lugares. Durante los meses de julio y agosto la afluencia de veraneantes se multiplica y deambulan por sus playas visitantes de todas partes del mundo. Ni siquiera los canarios podemos resistirnos a los encantos de la isla grande, la isla de las playas de arena blanca, del pescado fresco, de los burros salvajes, de las cabras y del viento. Mucho ha cambiado este paraíso en poco tiempo. El cáncer del ladrillo no ha hecho una excepción con las costas de la isla majorera. Los que acuden con regularidad comprueban como de un año a otro surge un nuevo hotel en medio de una duna, cómo las pequeñas casas de pescadores en calles de arena van dando paso a grandes centros comerciales, o cómo cada vez es menos frecuente encontrar pescado fresco de barquillo en sus restaurantes, ésto último indicativo de la pérdida de biodiversidad en sus aguas costeras. Se podría hacer una larga lista de consecuencias negativas provocadas quizás por la gestión inadecuada del boom turístico que ha vivido la isla en las últimas décadas. ¿Se acuerdan de cuándo podías pescar casi sin poner carnada en el anzuelo? Viejas, abades, sargos y cabrillas entre otras especies colmaban los cubos de pesca de cualquiera que se acercara al veril con una caña. Hoy día hay que tener más paciencia para encontrar bajo el agua aquellas especies tan valoradas y, en ningún caso en las generosas cantidades de hace unos pocos años. No quiero ser pesimista, es cierto que Fuerteventura sigue siendo un lugar lleno de rincones para perderse, de pueblitos marineros con encanto y una naturaleza aún sin domesticar, pero es necesario hacer una reflexión seria sobre el modelo de desarrollo de la isla y sus consecuencias si queremos seguir disfrutando por muchos años de las bondades que nos ofrece. 

 Aprovechando una semana de vacaciones por la isla me di un bañito en la zona de Las Playitas. Si hay un rincón tranquilo en el mundo, seguro que está debajo del mar. Ésto es lo que me encontré:

                                          Si quieres ver el vídeo pincha aquí.





¡Nos vemos en los mares!